Mi interpretación de Selma, la malinterpretada

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Selma Asprilla es la asesora de la Secretaría de Gobierno de Bogotá pillada cuando incitaba a un grupo de seguidores del MOIR para que apoyara las jornadas de protesta ciudadana que el “Gobierno de la ciudad” necesita para “presionar” la renegociación de los contratos de Transmilenio como lo demuestra este video publicado por lasillavacia.com

Selma dice que la mal interpretaron. Que lo que dicen que dijo no fue en realidad lo que dijo, ni lo que quiso decir. Puede que tenga razón.

Después de observar varias veces el vídeo con suma atención y en aras de contribuir a hacer claridad sobre tan importante asunto creo estar en capacidad de publicar mi interpretación personal de lo que dijo y lo que no dijo Selma.

Lo que dijo:

  1. Que al Gobierno de Gustavo Petro le conviene y estimula la protesta ciudadana en contra de Transmilenio para obligar a las empresas operadoras del sistema para que se sienten a renegociar los contratos, una de sus promesas de campaña.
  2. Que el Gobierno de Gustavo Petro buscó el apoyo de los militantes del MOIR para “motivar” a la ciudadanía en contra de Transmilenio. (Desde el Salón de Crisis de la Alcaldía, Gustavo Petro culpó al MOIR de estar detrás de los disturbios y saqueos del viernes para dañar la imagen de su Gobierno).
  3. En síntesis, que detrás de las protestas pacíficas o no contra Transmilenio está el Gobierno de la Ciudad.

Lo que no dijo

  1. Que los manifestantes salieran a destruir los buses y estaciones de Transmilenio. Por el contrario insistió en que no servía para nada dañar aún más lo que ya es un mal servicio. (Aquí tiene razón, algunos manifestantes la mal interpretaron y por poco acaban con la ciudad).
  2. Que el Gobierno de la Ciudad, como en Misión Imposible, negaría cualquier relación suya con el MOIR y su participación pacífica o violenta en las protestas contra Transmilenio. (Lo cual hizo el Alcalde sin ponerse colorado)

Espero haber contribuido a dar claridad a la arenga de Selma. A mi por lo menos me queda claro que detrás de las protestas, justificadas o no, contra Transmilenio está el Gobierno de la ciudad y que al mejor estilo de Maquiavelo, Gustavo Petro aprovechará el malestar de los usuarios del sistema para cumplir una de sus promesas de campaña, así no contribuya gran cosa para solucionar la crisis de fondo que afronta la ciudad en materia de movilidad.

 

¡Qué Dios nos coja confesados!

PD: Dicen por ahí que la verdadera intención de Petro es nacionalizar el Transmilenio. ¿Será cierto? Nos enteraremos por otra imprudencia como la de Selma o el Alcalde, algún día, nos dirá la verdad?

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