
Espacios de trabajo seguros
Por: Deiby Callejas Gallego.-
Estudiante de Economía – Universidad Autónoma Latinoamericana Sede Medellín
En épocas electorales se ha tocado un tema controversial entre candidatos e incluso las personas en general, el cual es los sistemas de pensiones, que atañe a todo el país, y es importante conocerlo para cuando llegue el momento de ingresar a éste se conozcan las cifras reales de cuanto nos cuesta estar en uno de los dos sistemas que existen.
Los sistemas pensionales son una idea estructurada para ayudar a las personas a poder conseguir una jubilación, que no es más que una remuneración proporcionada ya sea por un fondo común o una entidad privada por cumplir ciertas características.
Muchas personas asalariadas o independientes en Colombia aportan un monto (16% del salario) que está dividido en dos partes, una parte la paga el empleador asumiendo un costo del 12% sobre el valor del salario, y el restante 4% lo asume el empleado; si se hace como independiente, esa persona deberá asumir el 16% del valor que reporte como ingreso.
Debemos tener claro que existen dos regímenes, el régimen de ahorro individual con solidaridad (RAIS) y el régimen de prima media, o los llamamos el régimen privado y público.
El RAIS se refiere a un sistema de ahorro en el cual los aportes son tratados como capital de inversión proporcionado por el aportante, para que el fondo de pensiones administre estos recursos generando rentabilidad o ganancias en los mercados financieros dependiendo del tipo de riesgo que el aportante esté dispuesto a asumir, por lo que el fondo privado crea 3 tipos de portafolios de inversión en función del riesgo y el perfil de la persona; Conservador, Moderado y Alto, con el fin de completar una cantidad objetivo de dinero para cuando una persona cumpla con la edad de pensión y la cantidad de semanas (1150 semanadas o 23 años) se pueda pensionar.
Por supuesto, como cualquier empresa privada que ofrece un servicio a las personas buscará una rentabilidad que son costos mínimos como lo son la administración y un seguro por invalidez, y otras obligaciones monetarias que se tienen por defecto dada nuestra regulación en pensiones, lo que nos deja con un 3% que se va para el fondo de pensiones distribuido en: 1% como tasa administrativa y el 2% como seguro, y la obligación extra se va a un fondo de garantía de pensión mínima que representa un 1.5% adicional ajeno a lo que el fondo en cuestión reclama, por lo que el aporte final sería de un 11.5% mensual.
Cabe resaltar que ese 1.5% adicional es un dinero establecido por la ley 100 de 1993, que toma este porcentaje del ahorro de las personas para financiar o completar el monto necesario para las pensiones de las personas que cumplan con los requisitos establecidos de semanas y edad, pero no tienen el dinero suficiente.
Por otro lado, está el régimen de prima media o también conocido como sistema público, funciona con el mismo 16% que el fondo privado, tomando el 3% de comisión por administración, pero no necesita tomar el 1.5% del fondo de garantía de pensión mínima, ya que en este sistema todos los que aporten dinero lo envían a un fondo común donde se reparte entre los pensionados del momento, por lo que los trabajadores o independientes que estén cotizando en este sistema pagan las pensiones de las personas que están pensionadas, y cuando dichos cotizantes cumplan los requisitos pasaran al otro lado a recibir pensión pagada por los cotizantes del fondo común, lo cual nos lleva a que sea sostenible siempre y cuando haya una cantidad de personas mayor trabajando que pensionadas en ese momento, esto en Colombia no se presenta.
En conclusión, se debe tener en cuenta las cifras y la sostenibilidad de cada uno de los modelos para poder hacer un comparativo correcto a la hora de escoger en cual de los dos queremos estar en caso tal de que sea nuestro momento, y así poder buscar el mejor seguro para una futura vejez, mientras en el sistema privado de pensiones cada cotizante tiene una cuenta de inversión que rentabiliza sus ahorros, en el sistema público tenemos una promesa que depende de la fuerza laboral futura.