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El día de ayer fuimos testigos de un episodio sin precedentes en la política colombiana: un Consejo de Ministros transmitido en vivo durante más de seis horas. Un evento que debía ser reservado y estratégico terminó convirtiéndose en un espectáculo televisivo en el que quedó al descubierto el desorden, las divisiones y la falta de liderazgo dentro del Gobierno Nacional.
Un Consejo de Ministros o un Reality Show?
Desde las 5:21 p.m. hasta las 11:24 p.m., los colombianos vieron en tiempo real las discusiones, desacuerdos y desorganización que imperan en el gabinete del presidente Gustavo Petro. En lugar de tomar decisiones sobre temas cruciales como la situación del Catatumbo, la crisis de seguridad o las relaciones con Estados Unidos, la reunión se convirtió en un escenario de confrontaciones internas, reproches y debates sin rumbo.
La vicepresidenta Francia Márquez y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, expresaron su desacuerdo con los recientes nombramientos de Laura Sarabia y Armando Benedetti en altos cargos. La ministra de Justicia denunció la grave situación de las cárceles y la manipulación de procesos de paz por parte de grupos armados. Mientras tanto, el presidente Petro divagó sobre series de Netflix, novelas de narcos y discursos históricos, sin responder con claridad a las crisis que enfrenta el país.
Improvisación y Descoordinación
El evento dejó en evidencia la falta de coordinación y planificación dentro del Gobierno. Ministros que llegaron tarde porque no fueron informados a tiempo, decisiones que no se tomaron, cifras preocupantes sobre el incumplimiento de compromisos gubernamentales (el 75% según el propio presidente), y un ambiente de desconfianza y conflictos internos.
Jorge Rojas, quien apenas llevaba una semana como director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPR), intentó controlar el caos, pero terminó presentando su renuncia de manera irrevocable. Mientras tanto, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien ni siquiera estuvo presente, pidió a todo el gabinete presentar su renuncia para permitir una reestructuración del gobierno.
¿Hacia Dónde Va el Gobierno?
Lo que quedó claro para el pueblo colombiano es que no hay un rumbo definido. La falta de liderazgo y cohesión en el gabinete confirma lo que muchos sospechaban: el Gobierno no tiene capacidad para cumplir sus promesas. Lo que debía ser un ejercicio de transparencia terminó siendo una demostración de debilidad y desconcierto.
La transmisión de este Consejo de Ministros podría marcar un punto de inflexión en la percepción pública del gobierno de Petro. Si bien la intención era mostrar un equipo comprometido y trabajador, lo que se evidenció fue un sancocho político, en palabras del propio presidente.
Reflexión Final
Más allá de la polémica y el espectáculo, lo que realmente preocupa es la falta de soluciones concretas a los problemas del país. Mientras el Gobierno se debate en luchas internas, la crisis económica, la inseguridad y los conflictos sociales siguen creciendo.
¿Qué sigue ahora? ¿Habrá más renuncias? ¿El presidente tomará medidas drásticas? ¿Se avecina una crisis de gabinete?
Seguiremos atentos a los acontecimientos y los mantendremos informados.