Los debates de la última semana, ya sin el ruido de las encuestas, cumplieron su razón de ser. Le permitieron a la gente ver y escuchar a sus candidatos, comparar sus propuestas y personalidades y tomar decisiones informadas.
Los debates, especialmente los de CityTV, El Tiempo y La W, cuyo formato les dio a los candidatos el protagonismo y tiempo suficiente para explicar y controvertir explican la subida de Germán Vargas Lleras y el desplome de Antanas Mockus en los últimos 10 días.
Ese esquema relajado y sin tanta parafernalia, aplicado en los dos debates de Caracol Radio y CaracolTV, y en menor medida en el último de RCNTV, resultó mucho más atractivo para los electores que los siguieron con interés y emoción.
Los debates, salvo la payasada de NTN24 y lasillavacia.com, que puso a preguntar a una muñeca, mientras censuraba a Vladdo, que fue alargado sin previo aviso y que violó sus propias reglas sin respeto por candidatos y televidentes, demostraron que son útiles, que tienen impacto en las decisiones de la gente y que son una herramienta eficaz de comunicación.
