Bogotá.- De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el 32,1% de la población total de la región vive en situación de pobreza, lo que corresponde a 201 millones de personas. En Colombia hay seis millones de personas en esa condición según el DANE.
De ellos, 82 millones (13,1%) se encuentran en pobreza extrema, una realidad que, para el organismo, se está convirtiendo en una crisis silenciosa.
En su último Anuario Estadístico, la Cepal presentó los avances en términos de desarrollo sociodemográfico, económico y ambiental de las naciones que concentran la región, entre ellas, Colombia.
En el mismo, se abordaron temas como la población, el trabajo, la educación, la salud, la vivienda y servicios básicos, así como la pobreza.
Lamentablemente, el país no tuvo los mejores resultados en varios de estos ítems, reflejando de esta manera las grandes problemáticas políticas, sociales y económicas que se viven en el territorio nacional.
En este sentido, uno de los ámbitos que más se ha visto perjudicado es el costo de vida, situación que se ve evidenciada en los altos índices de pobreza y pobreza extrema, los cuales aumentaron, principalmente, después de la pandemia del Covid-19.
El caso colombiano
Colombia, según el reporte, sería el cuarto país con un mayor porcentaje de personas en situación de pobreza extrema con un 15%, solo superada por Honduras (20%), Nicaragua (18,3%) y Guatemala (15,4%). Asimismo, sería el quinto con más habitantes en condición de pobreza.
Aunque esto no es todo, ya que la nación también ocupó el quinto puesto tras registrar la mayor tasa de desempleo con el 13,4% de la población apta para trabajar.
Si bien se manifiesta que el 54 % de los colombianos están empleados, el porcentaje sigue estando debajo del promedio de empleabilidad de la región.
Pero, ¿cuáles son las cifras oficiales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)? En un informe presentado en mayo de este año, el organismo destacó que el indicador de pobreza había disminuido a mínimos históricos, específicamente a 12,9% a nivel nacional, frente al 16% registrado el 2021.
Asimismo, se ubicó en 8,7% en cabeceras y en 27,3% en los centros poblados y rural disperso.
“Los cambios presentados entre 2021 y 2022 en la incidencia de pobreza multidimensional fueron de -3,1 puntos porcentuales a nivel nacional, -2,8 puntos porcentuales en las cabeceras y -3,8 puntos porcentuales en los centros poblados y rural disperso”, se indica en el análisis.
6,6 millones de personas en problemas
En detalle, durante el 2022, hubo una reducción de 1,4 millones de personas. Sin embargo, aún subsisten unos 6,6 millones de individuos que viven en condiciones desfavorables con todo tipo de carencias materiales graves, así como de la privación de derechos básicos como de la salud o trabajo.
En cuanto a la incidencia de la pobreza multidimensional en las regiones, la más altas se presentaron en Caribe y Pacífica (sin Valle del Cauca), con 21,4% y 20,7%, respectivamente.
En tercer lugar, está la región Central con 11,7%, mientras el menor porcentaje estuvo en Bogotá con 3,8%, seguida de Valle del Cauca con 9,7% y las regiones Oriental y Antioquia con una incidencia de 10,7%.
La estrategia de la Renta Ciudadana
Finalmente, en cuanto a la incidencia de la pobreza multidimensional por dominio según sexo del jefe de hogar, en 2022, el 14,1% de las personas que pertenecían a un hogar donde la jefatura era femenina eran pobres multidimensionalmente, disminuyendo 3,5 puntos porcentuales con respecto al año 2021.
Por su parte, el 12,0% de las personas que pertenecían a hogares con jefatura masculina eran pobres multidimensionalmente en 2022, 2,7% menos que en el 2021.
“Se observa para los tres dominios que la incidencia de la pobreza multidimensional es mayor en los hogares cuyo jefe de hogar es una mujer”, agrega el DANE.
Cabe destacar que, a inicios del 2023, el Gobierno Nacional puso en marcha un nuevo programa para ayudar a los hogares más vulnerables que están por debajo de la línea de la pobreza.
Se trata de Renta Ciudadana, el cual tiene como fin entregar dinero suficiente «para combatir el hambre, alcanzar progresivamente autonomía económica y acceder al goce de derechos fundamentales», según el Departamento de Prosperidad Social.
La primera entrega se realizó entre el 29 de abril y el 30 de mayo pasado, en tanto, el segundo pago del subsidio se efectuará entre los últimos días de julio y agosto.
Cabe destacar que el Gobierno aclaró que la transferencia se realizará cada dos meses y que quienes más lo necesiten podrán recibir hasta un millón de pesos.
La otra realidad que se vive en Colombia
Mientras más de 6 millones de colombianos deben buscar a diario como sobrevivir en este país, otros viven una realidad totalmente diferente y más favorable.
Hablamos de los políticos, quienes actualmente gozan de sueldos que podrían cambiar la vida de más de una persona.
En junio de este año, después de seis meses de mandato, Gustavo Petro, presidente de la República, firmó los decretos con los que oficializó el aumento al salario de los servidores públicos en un 14,62%.
En este se incluyen a las personas que prestan servicios al país, desde ministros, consejeros e integrantes del gabinete, hasta empleados de menor rango vinculados con el Estado.
Asimismo, entre los beneficiarios de esta alza, se encuentra tanto el mandatario, como la vicepresidenta Francia Márquez.
El salario presidencial
En este contexto, de acuerdo con el Decreto 904 de 2023, el nuevo salario del Presidente es de $47.823.220 y el de la vicepresidenta de 32.561.343 pesos.
Respecto a los honorarios de los ministros de las 18 carteras que integran el Ejecutivo, el mismo será de 24.238.746 pesos.
Adicionalmente, a finales del año pasado, Petro también anunció el incremento del 7,26% del sueldo de los senadores y representantes, ubicándose en $37,8 millones.
Si comparamos el sueldo normal de un ciudadano de a pie con el de un político se puede ver una diferencia abismal, pues actualmente el salario mínimo está en $1.160.000 y más los $140.000 de auxilio de transporte, queda en $1.300.000.
Todo esto sin contar los millones de trabajadores que viven en la informalidad o los que devengan muchos menos de un salario mínimo mensual, quienes suelen subsistir endeudándose y recurriendo a préstamos personales.
Este panorama es reflejo de la desigualdad que se vive en el país y que, tristemente, también se repite, en mayor o menor medida, en otras naciones de la región, pues día a día son muchos los individuos que deben buscar formas de sobrevivir a la pobreza que los rodea a ellos y a su familia.