Los porrazos del Procurador

Comparte:

Por: Gustavo Gómez/ @GusGomez1701

El señor Procurador Alejandro Ordoñez, como todo mortal, como todo buen pecador, que es lo que somos todos en este valle de lágrimas, se ha dado en la vida muchos porrazos.

Esa cercanía en la juventud a grupos fundamentalistas religiosos que creían en que el ardor de los libros estaba no en leerlos, sino en quemarlos, fue un porrazo.

La confusión que experimenta entre bandera y Constitución con las escrituras, es un porrazo.

Sus posiciones sobre los derechos individuales de las mujeres embarazadas y los señalamientos a medicamentos de uso corriente en el mundo no medieval, fueron un porrazo.

Su contravía increíble, exótica y sorpresiva en materia de segunda reelección del entonces presidente Álvaro Uribe, fue un porrazo.

Su propia reelección, impulsada desde una sólida telaraña de amaños con congresistas aceitados directamente o a través de sus familiares, bien colocados y con quincena asegurada, fue un porrazo.

El tiempo y energía que perdieron él y su entidad “apretando” al Canal Capital por la transmisión del concierto de un exBeatle, fue un porrazo.

La crucifixión en el calvario de la inhabilidad para muchos de los que no “comulgan” con sus ideas, es un porrazo… ¡y duro!

Su campaña desestimulante y triste para defender los privilegios pensionales de los magistrados de las Altas Cortes, fue un porrazo.

La investigación al senador Jorge Enrique Robledo por presuntos vínculos con las Farc, fue un porrazo.

El fastuoso matrimonio de su hija, adornado con infinidad de funcionarios sometidos a la lupa de la Procuraduría, algunos enredados en líos oscuros y hasta vinculados a procesos judiciales cuando la luna de miel prácticamente no había terminado, fue un porrazo.

El oponerse a sentencias de las altas cortes que protegen a las minorías, como el derecho a la pensión sobreviviente de los colombianos LGBTI, fue un porrazo.

Los contratos de su yerno con la Contraloría, fueron un porrazo.

El señalamiento al Alcalde de Bogotá de que se la fumaba verde, fue un porrazo, ¡un porrazo que no se consigue ni en el Bronx!

Su fallido intento de volver a penalizar la dosis mínima de estupefacientes, fue un porrazo.

Muchos porrazos se ha dado el Procurador, el más reciente de ellos ayer, cuando en un foro en el que se tocó el tema del matrimonio igualitario se sonrió con la posibilidad de los derechos de esas personas del mismo sexo que son colombianos, protegidos por la Constitución y por el Procurador… y en el que dijo:

“Muchos periodistas, entre porro y porro y entre pase y pase, me estigmatizan por no creer en su ideología, porque eso es una ideología”.

Nuevo porrazo del Procurador. A ver si esperando que pase, pase, pase y pase el tiempo, se recupera de tanto porrazo…

 

 

 

Comparte: