
Por Javier Mozzo
Una olla hirviendo (¡otra más!) amenaza con rebosarse en Asia. El conflicto indo-paquistaní, que se remonta a los años 40 del siglo pasado cuando las dos naciones se separaron violentamente, está escalado y amenaza con enfrentarlas en una guerra por cuarta vez.
El agravante hoy es que ambas poseen potencia nuclear que podría ser usada en cualquier momento.
Nada permite ser optimista en este cara a cara que esta semana subió la temperatura a niveles pocas veces visto, con decisiones de lado y lado totalmente inamistosas. La más reciente de ellas, la notificación de India de que pondrá fin “pronto” al acuerdo de cese al fuego con su vecino Paquistán, según el canal de televisión Gulistan News.
El anuncio se produjo luego de que las autoridades paquistaníes suspendieron el comercio con India, y esta, a su vez, llamó a sus ciudadanos a salir de Paquistán, que, en una contramedida, cerró el espacio aéreo a las aerolíneas indias.
Es decir, agua hirviendo que salta por todos lados, amenazando quemar a quien se acerque.
El detonante de las nuevas y peligrosas tensiones entre los países asiáticos, que suman casi 1.700 millones de habitantes, fue la muerte el martes de 26 turistas, en un ataque terrorista que India acusa de haber sido apoyado por Paquistán, en la Cachemira controlada por India, en el noroeste del país.
La ráfaga de disparos en el que fue descrito por la agencia de noticias AP como un valle pintoresco rodeado de montañas, fue el peor ataque contra civiles en la conflictiva región que ambos países reclaman desde hace décadas.
La ausencia de solución a este enfrentamiento ha despertado ansias independentistas en Cachemira, lo cual la he hecho presa de grupos armados no estatales que, con sus acciones, quieren ver un arreglo rápido.
La región ha sido escenario por el que ha sido catalogada por analistas como una de las más sangrientas escisiones en la historia del mundo. Desde que India se separó del imperio británico en la década de 1940, se suscitaron acontecimientos violentos que han llevado a las dos naciones a enfrentarse militarmente en tres oportunidades.
La expulsión de indios de Paquistán y de paquistaníes de la India se constituyó en uno de los más sangrientos éxodos en los dos lados de la frontera. Dominique Lapierre y Larry Collins en su best seller“Esta noche, la libertad”, relatan visitas de Gandhi a campos de refugiados donde predicaba perdón y la fraternidad entre miles de personas que presenciaron “la matanza de sus hijos, la violación de sus mujeres, el asesinato de sus padres” y que clamaban venganza.
Ni siquiera el paso del tiempo ha aplacado esos sentimientos.
El Council of Foreign Relations recuerda que Cachemira es reclamada por India y Paquistán, pero cada uno solo (CFR) administra partes de ella. En 2019, el primer ministro indio, Narendra Modi, despojó a esa parte regida por su gobierno de su autonomía parcial y la sometió a un férreo control, argumentando que esto haría que la región fuera más segura frente al extremismo terrorista. Pero parece que provocó todo lo contrario, a juzgar por los sangrientos hechos de esta semana y otros menos comunicados.
Si bien grupos con sede en Paquistán han perpetrado ataques extremistas en India, como aquel del 2008 en el que Lashkar-e-Taiba atentó en Bombay dejando más de 160 muertos, grupos separatistas cachemires también han combatido en la región durante décadas.
De acuerdo el centro de estudios, organizaciones de derechos humanos han acusado a India de detenciones arbitrarias y otras violaciones contra la población musulmana de Cachemira. Por el lado de Paquistán, su desestabilización política y económica la tiene bastante vulnerable.
“Un Paquistán desestabilizado crea el riesgo de una mayor proliferación de grupos militantes en la región y un mayor riesgo de que controlen territorio y desarrollen la capacidad para lanzar ataques terroristas internacionales. Si bien el colapso del Estado paquistaní sigue siendo improbable, su arsenal nuclear sigue siendo vulnerable a ataques o robos por parte de actores no estatales, una preocupación importante para los responsables políticos de Estados Unidos e India”, escribió el CFR.
¿Qué posibilidades existen de que se abra un nuevo enfrentamiento que implique el uso de armas nucleares? Muy pocos se atreven a contestar esa pregunta.
Ambas naciones prácticamente han vivido casi 80 años para prepararse de cara a este momento.
Clash Report estableció que India posee alrededor de 172 cabezas nucleares, mientras que Paquistán tiene unas 170. India posee misiles de largo alcance, que pueden llegar a distancias entre 5.000 a 8.000 kilómetros, mientras Paquistán almacena cohetes de casi 2.800 kilómetros. Las fuerzas armadas de ambas naciones han sido bien abastecidas por potencias como Rusia, Estados Unidos y China.
Son virales en Internet los videos de la ceremonia de cambio de guardia diaria de las fuerzas fronterizas de India y Paquistán en Attari-Wagah. Este colorido ejercicio se caracteriza por maniobras elaboradas y rápidas, similares a un baile, así como por la elevación de las piernas al máximo. Simboliza la hermandad y la rivalidad que comparten las dos naciones. Pese a todo, las tropas fronterizas intercambian dulces con el bando contrario durante las festividades musulmanas del Eid y la festividad hindú de Diwali.
La ceremonia fue suspendida esta semana hasta nueva orden. Ojalá no sea para intercambiar otras cosas que no sean golosinas.
@javimozzo