Por: Fernando Salgado – MD
La vida es lo más bello que nos puede pasar, un sueño hecho realidad y cada uno decide qué hacer con ella. Pero eso sí, hay que estar en constante proceso de cambio, aprender a vivir cada instante y no desaprovechar cada momento que nos brinda, como si no quedase mañana y aunque la vida es corta, hay momentos que son eternos.
La vida, es como una obra de teatro, en la cual tú decides que papel quieres y cómo lo interpretarás o si lo prefieres, como un lienzo, en el que pintas tu propio destino, una danza que baila al ritmo de todo lo que venga y una maravillosa aventura.
Podría ser como una receta, con ingredientes dulces, amargos, picantes, pero que si los combinas bien, podrás crear muchos sabores irrepetibles o podría ser como un jardín que necesita muchos cuidados, paciencia, buena tierra, suficiente sol y agua, pero sobre todo, mucho amor para que florezca. O podría ser tan simple como tomar una foto, pero que si enfocas bien y en lo que quieres, capturarás bellos momentos que podrás disfrutar por siempre.
La vida la puedes comparar con casi todo, por ello es por lo que debes atreverte a vivir, algo así como montarse en una montaña rusa y disfrutar todo el trayecto.
Lamentablemente, la vida es demasiado corta como para preocuparse por cosas sin importancia, es como un eco en que siempre acabas obteniendo lo que das o como un rompecabezas, que debes encontrar las piezas que encajen entre sí.
Es un regalo que debes recibir con entusiasmo y mucha alegría, o como decía San Agustín “Es como un libro, y aquellos que no viajan, leen solo una página”.
La vida no siempre es justa; a veces, incluso las personas buenas sufren, también puede ser cruel, pero en nuestras manos está superar los desafíos y los retos pues las mayores lecciones vienen de los momentos más difíciles.
Un viejo y loco poeta dice que, para ser viejo y sabio, primero hay que ser joven y tonto. El tiempo todo lo cura, pero la vida solo se vive una vez.
La vida es para vivirla. No se trata de entenderla, sino vivirla y tienes que amar la vida que tienes para poder vivir la vida que amas.
Los niños viven bien y felices, porque no andan pensando en lo que ocurrió ayer o que deben hacer mañana o en una semana o en las próximas vacaciones, ellos, nunca están ocupados haciendo otros planes, solo disfrutan el día. Como decía Jim Rohn, “La felicidad no es algo que pospones para el futuro; es algo que diseñas para el presente.»
En fin, son muchas las cosas que podría decirse de la vida, así que no te preocupes por el pasado, no pienses en el futuro, solo concentra tu mente en el momento presente porque la vida es un regalo y debes tomarla con entusiasmo cada día.
FERNANDO SALGADO MD