Bogotá.- Diciembre suele ser sinónimo de jornadas más largas y menos tiempo en familia para miles de trabajadores en Colombia. En medio de esa realidad, la marca de calzado Bata lanzó una campaña que rompe con la lógica tradicional del empleo temporal de fin de año: contratar personas no para trabajar más, sino para celebrar.
La iniciativa surge en un contexto claro. Solo en 2024, la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales (Acoset) reportó más de 30.000 vacantes de empleo temporal durante la temporada decembrina, una cifra que refleja cómo gran parte de la fuerza laboral sostiene el consumo navideño a costa de sacrificar tiempo personal y familiar.
Con ese panorama de fondo, Bata decidió invertir la ecuación. En lugar de reforzar sus tiendas u oficinas, abrió una convocatoria que, en apariencia, ofrecía cargos típicos de temporada. Sin embargo, la sorpresa llegó después: los seleccionados no serían asesores comerciales ni bodegueros, sino “Navideños Oficiales”, personas contratadas y remuneradas para dedicarse exclusivamente a disfrutar la Navidad con sus seres queridos.
Los beneficiarios reciben el pago por experiencias que muchos suelen postergar: cenas familiares, salidas a ver alumbrados, tiempo de calidad con hijos, padres y parejas. A esto se suma un beneficio adicional: zapatos Bata para ellos y para toda su familia.
“En Bata creemos que la Navidad es un tiempo para el reencuentro y la creación de recuerdos. Sin embargo, miles de colombianos trabajan más que nunca justo cuando deberían estar celebrando. Con esta campaña queremos devolverles tiempo y convertir en trabajo aquello que siempre han postergado: tiempo de calidad, paz mental y la oportunidad de vivir la magia de la Navidad”, explicó Carolina Tejada, gerente de Marketing de Bata Colombia.
La campaña pone rostro a una realidad cotidiana de la clase trabajadora urbana y busca reconocer que el valor del trabajo no siempre se mide en horas productivas, sino también en bienestar. Historias como la de Florisel, que pudo cuidar a su padre; Mónica, que logró reunir a toda su familia; o Joan, que compartió tiempo con sus hijas, hacen parte del relato central de la iniciativa.
Más allá del mensaje publicitario, la propuesta abre una conversación de fondo sobre el sentido del trabajo, el uso del tiempo y la presión que enfrentan millones de personas durante la temporada navideña, cuando la economía se acelera pero la vida personal suele quedar en pausa.