Por: Carolina Navarrete *
Hay una frase famosa del poeta William Ernest Henley a la que me gustaría reemplazar una sola letra en tres palabras: “Soy el ama de mi destino, soy la capitana de mi alma”[1].
Son dos ajustes de texto menores, pero que simbolizan un gran cambio. Es lo mismo vivimos hoy en día. Decir que un gerente general no es hombre sino mujer, es un ajuste mínimo de palabras, pero enorme en significado.
Empoderar a las mujeres con habilidades de liderazgo es fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa. Solo las mipymes representan el 99.5% del total del tejido empresarial y generan más de la mitad del empleo productivo formal en América Latina.
Según datos a 2019 del SME Finance Forum, un 13% de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) formales de América Latina y el Caribe son de propiedad de mujeres o están lideradas por éstas.
América Latina destaca como la región con la mayor cantidad de mujeres dispuestas a emprender sus propios negocios. Según datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), en los últimos años países como Chile, Colombia y Brasil han mostrado un aumento en este ámbito, incluso superando a los hombres en algunos sectores.
Según el estudio “Latinoamérica Emprende: Un Análisis de las MIPYMES en la Región», 6 de cada 10 emprendedores en la región son mujeres, lo que refleja un cambio positivo en la participación de las mujeres en el mundo de los negocios. A pesar de esto, las pymes lideradas por mujeres aún encuentran dificultades para acceder a financiamientos.
Las mujeres en corporaciones ya han demostrado y siguen demostrando que el potencial y las capacidades no tienen diferencia entre los géneros. Allí está Elena Maestre, CEO de Telefónica del Perú, la primera en toda la historia de la operación en dicho país, que demuestran que la igualdad de oportunidades no es un sueño lejano, sino una realidad palpable. En mi camino he podido comprobar que el liderazgo femenino no se trata de una tendencia, sino de una fuerza transformadora.
Cuando lideramos y dirigimos nuestras propias empresas, generamos un efecto dominó que inspira a otras a seguir nuestros pasos. Para alcanzar el éxito, además necesitamos herramientas que nos permitan superar los obstáculos específicos que aún enfrentamos.
La capacitación, especialmente en el contexto empresarial, es un camino hacia el empoderamiento. Amplía conocimientos y habilidades, brindando la confianza y preparación necesarias para enfrentar los desafíos del mundo empresarial.
Las emprendedoras generan oportunidades laborales y contribuyen al desarrollo económico de la región. El acceso a créditos, la formación en habilidades digitales y la creación de redes de apoyo son fundamentales para impulsar su crecimiento.
Por ello Grupo Telefónica apuesta por la inclusión de las mujeres en todos los espacios sin límites de género. A través de Fundación Telefónica colaboramos con programas para aumentar la presencia de mujeres jóvenes en carreras técnicas, aumentando su participación en carreras STEM −acrónimo en inglés de science, technology, engineering and mathematics, es decir, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Este mes, celebramos los logros que como mujeres hemos conquistado. Resaltamos nuestra lucha, reivindicamos nuestros derechos y visibilizamos nuestro valor para la sociedad. La diversidad, la inclusión y la equidad son pilares fundamentales para el desarrollo.
Por ello, imaginémonos un futuro en el que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial sin restricciones y en igualdad de condiciones.
- directora Marketing B2B de Telefónica Hispanoamérica
[1] Original: “Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”. Poema titulado Invictus.