Apuntes de campaña: Hoy, consideraciones básicas

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La campaña que acaba de terminar fue una campaña distinta. Rara, diría yo. Aburrida la mayor parte del tiempo. Apasionante y emotiva en las últimas 10 semanas.

Para empezar, fue desigual en el tiempo. Unos candidatos tuvieron más tiempo que otros para estar en contacto con la gente, escucharla, presentar y discutir sus propuestas. Una ventaja que la mayoría de ellos no supo aprovechar para convencer porque estaban más preocupados por enfrentar a Alvaro Uribe y desacreditarse entre ellos que en conquistar votos.

El referendo de reelección le imprimió, para bien o para mal, una dinámica distinta a esta campaña. Todos los candidatos, salvo Juan Manuel Santos, decidieron enfrentar al Presidente Alvaro Uribe como si fuera un candidato. Y no lo era. La elección demostró que la relación entre los ataques a Uribe y el número de votos fue inversamente proporcional.

Esta fue una campaña de errores y debates. Todos los candidatos se equivocaron de una u otra manera y todas las metidas de patas tuvieron consecuencias. El público no perdonó. Los debates, esta vez más numerosos y mejor ubicados en las parrillas de programación, fueron determinantes para escoger al ganador.

Internet, las redes sociales, los teléfonos celulares y las nuevas tecnologías demostraron que son eficaces para difundir el mensaje, pero incapaces de convertir el entusiasmo en votos. La radio y la televisión siguen siendo los medios más poderosos para hacer una campaña. Los editorialistas y generadores de opinión siguen divorciados del sentir de la gente. Su influencia no les alcanza para cambiar comportamientos o actitudes.

Los encuestadores, salvo la empresa Connecta de Tomás González y encuestadora oficial de la Campaña de Juan Manuel Santos, se rajaron. Quedó demostrado que es un error diseñar cuestionarios pensando con el deseo mas que con la razón. La publicidad, apenas para hacer presencia y mantener la imagen ganada en los debates. No hubo una pieza que cambiara la intención de voto de los electores. Los partidos tradicionales, ni fu, ni fa. Los nuevos partidos los aplastaron.

De cada uno de estos elementos escribiré con un poco más de detalle en los próximos días aquí en….

http://eldiariodebogota.com

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