Algo grave pasa

Comparte:

Por: Gustavo Alvarez Gardeazábal.-

Destituyendo patrulleros verracos que valientemente cuentan la verdad sobre el desmoronamiento al que han dejado llegar la Policía Nacional,ni se salva la institución ni se corrigen los graves defectos con que se la ha venido manejando en los últimos años.

El primer problema de la Policía es que no hace una autocrítica y averigua por qué perdieron la credibilidad ciudadana. Una entidad que nos ha garantizado la vida a tantos. Una entidad que ha servido a morigerar este país y que no vaciló en sacrificarse en las zonas de guerrilla pese a no haber sido capacitada ni autorizada para ser ejército, no puede desbaratarse ante los ojos de los colombianos y nosotros mudos, cobardemente callados.

No fue sino que el valiente patrullero Rubén Darío Rozo, con 19 años en la institución, saliera a decir verdades por el inatajable aparataje de las redes sociales,(eljodario.co), para que comenzaran a perder miedo los tuiteros y contaran lo que muchos saben. Que los retenes de la Policía en las carreteras tienen tarifa. Que entre Carmen de Bolivar y Sincelejo, en el de Sanpues, el asunto parece negocio organizado.

Y ni qué decir del esquema ordeñador que advierten entre Cúcuta y Bucaramanga y los que orondamente se han montado en la vía de Cali a Cartago, antes de llegar al peaje de El Cerrito o después de salir del peaje de Betania donde solo paran carros de gama alta.

Todo surge, como dice el patrullero Rozo, porque por dentro todo está también tarifado, traslados, ascensos etc. Algo grave pasa en la Policía aunque el ministro Villegas diga lo contrario. Y la culpa no es solo de Palomino. Es de muchos adentro y de quienes les da culillo denunciarles.

Publicado en ADN, Bogotá, noviembre 9 de 2015

@eljodario

[email protected]

Comparte:

Deja una respuesta