Por: Fernando Salgado MD
Si alguien tenía dudas sobre el hecho que en Venezuela existe un gobierno ejercido por un tirano, el resultado de las “elecciones” demuestra que fue a través del abuso del poder, la fuerza, el engaño, la mentira, la hipocresía y por supuesto, el fraude, que el régimen de Nicolas Maduro, no está dispuesto por las vías de la democracia a reconocer el inobjetable triunfo del pueblo venezolano.
A pesar de todas las restricciones que impuso el régimen para evitar la inscripción de los mejores candidatos y al mismo tiempo evitar la masiva participación de los ciudadanos, en especial los que viven en otros países como es el caso de Colombia, donde residen 2.813.997 personas venezolanas, pero tan solo 7.012 estaban habilitadas para sufragar, aun así, la oposición liderada por María Corina Machado, aceptó participar en este obscuro proceso electoral, que no brindaba garantías a los candidatos y que hoy no brinda legitimidad ante el mundo y por lo tanto, el triunfo de Maduro, no podrá ser reconocido por la comunidad internacional, salvo aquellos gobiernos totalitarios que comparten sus ocurrencias y que hoy usufructúan la riqueza especialmente petrolera y de otros recursos naturales de ese país.
El engaño, la adulación y mentira, la falsedad, la burla, la trampa, las tretas, argucias, ardid, artimañas, señuelos, trucos y el uso y abuso de la fuerza pública y las milicias populares, así como el falseamiento, la confusión y el fraude, no se pueden imponer en Venezuela ni en ningún otro lugar del mundo y aquellos que defienden los regímenes totalitarios, deben entender que nadie es más esclavo que quienes falsamente creen que son libres.
Hay que si reconocer, que el pueblo venezolano ha despertado, y como decía Aristóteles, “quien ha superado sus miedos será verdaderamente libre” ayer el pueblo Venezolano demostró que ya no le teme al tirano y aprendieron que la libertad nunca es dada; sino que se gana y es por esta razón, que la espuria victoria de Maduro, el fraude más grande en la historia reciente de unas elecciones, NO puede ser reconocido por las democracias del mundo, pues allí lo que existe es un “gobierno” opresor y la obligación de todos sin excepción es apoyar al pueblo oprimido.
En esta lucha que apenas comienza, merece un reconocimiento especial MARIA CORINA MACHADO, una gran mujer, que ha demostrado que el primer amor de una mujer debe ser siempre el amor propio, que no es la mujer que cayó, sino la que se levantó y que no hay nada más poderoso que una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a luchar por ello. Sin lugar a dudas, María Corina es una mujer excepcional, fuerte, valiente y capaz de cumplir sus objetivos, una mujer segura de sí misma que se vistió de fuerza y dignidad y que la confianza en sí misma ha logrado contagiar a la inmensa mayoría de los venezolanos y ese ha sido el secreto y ejemplo para muchas otras mujeres de su éxito y por ello, más temprano que tarde logrará traer de nuevo a su pueblo, esas necesidades genéticas de las que hablaba William Glasser, el poder, la supervivencia, y la felicidad, la diversión y el amor, pero sobre todo, la pertenencia y la libertad.
Gloria al Bravo pueblo venezolano, que ayer de nuevo el yugo lanzó y otra vez triunfó con nuevos bríos de libertad y que el empíreo del que hablaba Dante Alighieri, estamos seguros seguirá acompañándolos al igual que todos lodos los demócratas del mundo, en esta lucha que pronto acabará con la opresión.
FERNANDO SALGADO MD