Y ahora, ¿que?

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Por: Ricardo Galán.–

Esa es la pregunta. Y ahora, ¿Qué? Nos habían dicho que la solución a la crisis con Venezuela estaba en la diplomacia. Específicamente en esa parte de diplomacia, o burocracia internacional más bien, a la que llaman organismos multilaterales.

Y durante todo el día nos vendieron el cuento de que  teníamos los 18 votos necesarios para convocar a una reunión de Cancilleres en la OEA. Carreta. Ensillamos antes de traer las bestias y, como nos ocurre en los deportes cuando llegamos como favoritos a una competencia mundial, nos faltaron cinco centavos para el peso. A última hora Panamá se volteó y nos quedamos viendo un chispero.

Otra dolorosa derrota de la diplomacia colombiana, que se suma a lo ocurrido con el tribunal de La Haya en el diferendo de límites con Nicaragua.

¿Qué pasó? Que a la hora de la decisión pesaron más los exagerados argumentos de Roy Chaderton, el embajador de Venezuela en la OEA, que el discurso lastimero de Andrés González, nuestro indignado embajador.

Que tuvieron más peso la generosa chequera petrolera de Venezuela y las amenazas vociferantes de Nicolás Maduro, que la flema y las distantes amistades de Juan Manuel Santos.

Menos mal Unasur canceló la reunión de cancilleres programada para el jueves en Quito. Si en la OEA, que se supone es neutral o por lo menos un escenario más equilibrado para Colombia, nos fue como nos fue, ¿se imaginan la muenda que nos hubieran dado en Unasur, pensado, diseñado y montado a la medida de los amigotes de Chávez y Maduro?

Y ahora, ¿qué?

La guerra por supuesto no es la solución. No sólo porque a nadie le conviene una guerra, sino porque tampoco podríamos ganarla. Venezuela está mucho mejor armado que nosotros y, para colmo de males seguro que las Farc se pondrían de su lado.

¿Qué hacer entonces? Yo no sé. No se me ocurre nada inteligente. Pero expertos habrá para encontrar una salida. Lo que es seguro es que esa salida está demorada y que de esta crisis saldremos muy, pero muy golpeados y debilitados.

La guerra, repito, no es la solución a la crisis con Venezuela y en diplomacia, hoy nos dieron un adelanto, nos ganan lejos. En conclusión, como diría mi abuelo, «Nos jodimos, mijo»

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